12.6.11

fidelity

Supongamos que nunca jamás te conocí.
Supongamos que nunca me enamoré.
Supongamos que nunca jamás te dejé que me besaras tan dulce y suavemente.
Supongamos que nunca te vi.
Supongamos que nunca me llamaste.
Supongamos que yo sigo cantando canciones de amor, sólo para romper mi propia caída.

No hay comentarios:

Publicar un comentario