Yo te aprecio.
O hasta hace cinco minutos creía hacerlo.
Porqué siempre tenés la necesidad de amenazarme?
Porqué nunca respetás lo que te digo?
Está bien, admito que te lastimé gravemente.
Pero jamás te haría eso, jamás te fallaría así.
Siempre pensé que eras una buena persona,
y casualmente sigo pensando así.
Pero cuando te comportás así, no sé qué pensar.
Cuando actuás de ésa manera, te transformas en una persona incapás de acusarme de hacer malos actos, ya que los tuyos son peores.
Dónde está la persona tan buena y confiable que conocí?
Yo te hice ser así?
Lástima. Pobre de ti.
Florencia Cabral
No hay comentarios:
Publicar un comentario