yeHa
Podría decirse que el amor era resbaladizo, egoísta, maldito, cambiante, caprichoso y hasta perverso. Pero aun así nada describía tanto el hondo carácter del amor como la palabra "puto", que no aludía a la prostitución ni a la homosexualidad sino al filo inestable de un sentimiento que no aceptaba reglas, chantajes ni definiciones...
No hay comentarios:
Publicar un comentario